Maximiliano Salas sufrió un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda y estará tres semanas fuera de las canchas
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Maximiliano Salas, flamante delantero de River Plate, encendió las alarmas el pasado fin de semana al tener que abandonar el partido ante San Lorenzo apenas transcurridos 18 minutos de juego. El atacante sintió un fuerte dolor en su rodilla izquierda y, de inmediato, solicitó el cambio, dejando la cancha visiblemente frustrado y golpeando el banco de suplentes en señal de bronca. Las imágenes preocuparon a propios y extraños, dado el peso que el ex Racing comenzó a tener en el equipo de Martín Demichelis.
Luego del partido, el cuerpo médico del club tomó cartas en el asunto y sometió al futbolista a una resonancia magnética en la mañana del lunes. El primer parte oficial confirmó un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda, lo que, afortunadamente, significó una noticia menos grave de lo que inicialmente se temía, descartando lesiones óseas o roturas ligamentarias mayores. Según trascendió desde Núñez, Salas deberá afrontar un período de recuperación estimado en tres semanas, tiempo necesario para que la articulación logre una recuperación adecuada y segura.

De esta manera, River Plate sabe que no podrá contar con Salas para varios encuentros clave de la temporada. Entre las bajas ya confirmadas figura el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Libertad de Paraguay, que se jugará el 14 de agosto en Asunción. La evolución del correntino será seguida muy de cerca, con expectativa de que pueda llegar en condiciones mínimas para la revancha, siete días más tarde, en el estadio Monumental.
La lesión llega en un momento especial para Salas, quien se transformó en uno de los grandes protagonistas del mercado de pases tras ejecutar su cláusula de rescisión en Racing y elegir River como nuevo destino. Desde su arribo, el delantero no tardó en mostrar credenciales: debutó ante Platense con gol y repitió buenas actuaciones en el arranque del torneo, ganándose rápidamente la aprobación del público millonario y del cuerpo técnico.
Más allá del contratiempo físico, la noticia de que se trata de un esguince y no de un daño mayor permite pensar en una recuperación positiva sin consecuencias de largo plazo. Por ahora, el trabajo apunta a acelerar los tiempos de rehabilitación dentro de parámetros seguros, con la esperanza de que Maximiliano Salas retome su lugar en el equipo y continúe haciendo valer su olfato goleador en la instancia decisiva de la temporada.