Escándalo en el fútbol brasileño: destituyen al presidente del Corinthians por corrupción
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En un golpe significativo para el fútbol brasileño, el Consejo Deliberativo del Corinthians, uno de los clubes más emblemáticos y seguidos de Brasil, decidió destituir temporalmente a su presidente, Augusto Melo, debido a graves acusaciones de corrupción. Esta decisión, tomada el lunes pasado, marca un capítulo tumultuoso en la historia del club de São Paulo.
La destitución de Melo se produjo después de que una mayoría de consejeros votara a favor de su impugnación, con un total de 176 votos a favor, 57 en contra y un voto en blanco en una votación secreta. Este proceso de ‘impeachment’ fue iniciado por el grupo opositor ‘Movimento Reconstrução SCCP’, que se basó en una investigación policial que involucra a Melo en delitos relacionados con un contrato de patrocinio con la empresa de apuestas digitales Vai de Bet.
Las acusaciones contra Melo son particularmente serias, ya que se sugiere que parte del dinero pagado por Vai de Bet fue transferido por el club a una compañía vinculada al Primer Comando de la Capital (PCC), el mayor grupo criminal de Brasil. Aunque Melo ha negado estas acusaciones, la gravedad de las mismas ha sido suficiente para generar una reacción inmediata por parte de los órganos directivos del club.
Durante su gestión, que inició a principios de 2024, Melo había destacado varios logros, incluyendo el planeamiento y la responsabilidad financiera, así como la firma de importantes contratos de patrocinio. Sin embargo, estos logros han sido eclipsados por los resultados mediocres del equipo tanto en competiciones nacionales como internacionales. Incluso el fichaje de Memphis Depay, exjugador del Barcelona, no ha logrado mejorar significativamente el desempeño del equipo.

En la actualidad, el primer vicepresidente del club, Osmar Stábile, ha asumido temporalmente la presidencia del Corinthians hasta que se convoque una Asamblea General de Socios para ratificar o rechazar la medida. Esta asamblea, que debe realizarse en un plazo de cinco días, determinará si la destitución de Melo es definitiva o si será restituido en su cargo. La decisión final dependerá de la aprobación de la mayoría simple de los socios del club.
Melo, en una rueda de prensa previa a la votación, había manifestado su intención de no renunciar a su cargo, incluso en caso de una decisión desfavorable por parte de los consejeros, y expresó su disposición a «luchar» por mantenerse al frente del club. Sin embargo, la gravedad de las acusaciones y la decisión del Consejo Deliberativo han dejado su futuro en el club en un estado de incertidumbre.
La situación en el Corinthians refleja los desafíos que enfrenta el fútbol brasileño en términos de transparencia y gobernanza, y pone de relieve la necesidad de una mayor vigilancia y responsabilidad en la gestión de los clubes. Mientras el Corinthians navega por estas aguas turbulentas, los ojos de los aficionados y la comunidad deportiva están puestos en la próxima asamblea de socios, que definirá el curso futuro del club.