Universidad de Chile sancionada: Prohibido público visitante en partidos en Buenos Aires hasta 2027
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La Universidad de Chile avanza en la Sudamericana, pero con una sanción histórica y sin público en provincia
La Copa Sudamericana 2025 no pasará inadvertida para la Universidad de Chile. El club chileno logró clasificar a los cuartos de final tras la descalificación de Independiente de Avellaneda, víctima de una sanción ejemplar de la CONMEBOL por los violentos incidentes ocurridos en el partido de vuelta de octavos, jugado el pasado 20 de agosto en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini. Sin embargo, el “Chuncho” no sale ileso: la entidad rectora del fútbol sudamericano lo castigó severamente, prohibiéndole llevar hinchas a sus próximos partidos internacionales como visitante en Argentina hasta 2027, además de imponerle multas millonarias y otras medidas reparatorias.
El escenario en Avellaneda fue caótico. El encuentro, que igualaba 1-1 en el marcador global tras el triunfo chileno en la ida, tuvo que ser suspendido en el segundo tiempo debido a una batalla campal en las tribunas. Los incidentes comenzaron con agresiones entre barras y se agravaron con la irrupción de barrabravas locales hacia el sector visitante, lo que obligó a las autoridades a intervenir para evitar una tragedia mayor. El saldo: 19 heridos y más de cien detenidos, según reportes oficiales. La conmoción fue tal que la CONMEBOL decidió actuar con firmeza, tal como había anticipado en un comunicado previo, y aplicar las sanciones más duras contempladas en su reglamento, que incluyen la eliminación de competiciones y multas de hasta 400.000 dólares.
Sanciones sin precedentes para ambos clubes
La resolución de la Comisión Disciplinaria de la CONMEBOL no dejó dudas: Independiente fue descalificado de la Copa Sudamericana 2025 y, al igual que la “U”, recibió una sanción histórica. El equipo argentino deberá jugar sus próximos 14 partidos internacionales a puerta cerrada —7 de local y 7 de visitante—, además de pagar una multa de 250.000 dólares y exhibir en sus partidos la leyenda “BASTA DE RACISMO, DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA”. Por su parte, Universidad de Chile deberá cumplir con 7 partidos sin público tanto de local como de visitante en torneos CONMEBOL, lo que implica que no podrá llevar hinchada a la provincia de Buenos Aires —y al resto de Sudamérica— hasta bien entrado 2027. A esto se suma una multa de 150.000 dólares, que será descontada automáticamente de los derechos televisivos, y otra de 120.000 por infracciones al código disciplinario.

El mensaje de la CONMEBOL es claro: la violencia, la discriminación y el racismo no tienen cabida en el fútbol sudamericano. Ambas instituciones, además, deberán realizar campañas comunicacionales contra estos flagelos y exhibir carteles con el mensaje mencionado en el protocolo inicial de sus partidos. En este contexto, la CONMEBOL busca sentar un precedente que disuada a otros clubes de repetir conductas similares, aunque las sanciones han generado polémica y las dirigencias de ambos equipos ya anunciaron medidas de apelación.
Reacciones institucionales y jurídicas
El presidente de Universidad de Chile, Michael Clark, aseguró que la institución está “preocupada” por el alcance de la resolución y confirmó que analiza acciones legales para intentar revertir la sanción. Por su parte, Independiente, a través de su presidente Néstor Grindetti, sostuvo en su defensa que la violencia partió de la parcialidad visitante y que el club cumplió con todos los protocolos de seguridad. El caso, sin embargo, superó el ámbito deportivo y fue derivado a los órganos judiciales de la CONMEBOL, que recopilaron informes de las autoridades y material audiovisual para sustentar el fallo.
La llave de cuartos de final, ahora, enfrentará a Universidad de Chile con Alianza Lima, pero con la particularidad de que el club chileno no podrá contar con el apoyo de su hinchada en ningún estadio de Sudamérica durante los próximos dos años. El precedente que sienta este fallo es inédito en la historia reciente del fútbol continental y pone bajo la lupa tanto a las barras bravas como a los protocolos de seguridad de los estadios sudamericanos. El fútbol, una vez más, lamenta que la violencia haya ganado la cancha.