octubre 10, 2025

Miguel Ángel Russo fue internado por una infección urinaria y recibió tratamiento médico en la clínica FLENI

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Miguel Ángel Russo, el histórico entrenador de Boca Juniors, atravesó horas de preocupación esta semana tras ser internado en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires, donde le fue diagnosticada una infección urinaria que obligó a los médicos a extremar las precauciones. El ingreso de Russo al centro médico se produjo el martes 2 de septiembre por la mañana, cuando acudió para realizarse chequeos de rutina. Sin embargo, allí se identificó el cuadro infeccioso y, dado su carácter complejo, los especialistas indicaron la necesidad de un seguimiento presencial y estricto.

Este episodio sorprendió al mundo del fútbol argentino, que sigue de cerca la salud del experimentado técnico, de 69 años. La decisión de mantenerlo internado surgió luego de detectar que la infección era causada por una bacteria resistente, lo cual descartó la posibilidad de tratamiento ambulatorio y demandó la administración de antibióticos e hidratación por vía intravenosa. A lo largo de tres días, Russo permaneció bajo observación y con controles clínicos constantes, esperándose en principio que recibiera el alta después de 24 horas, aunque la evolución del cuadro requirió prolongar su estadía hasta que estuviera completamente recuperado.

Durante el periodo de internación, su entorno familiar y profesional se movilizó para acompañarlo. Su hijo lo visitó en la clínica y desde Boca Juniors se mantuvo la actividad bajo la conducción interina de Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez al frente del plantel. La preocupación entre los hinchas y sus colegas no tardó en manifestarse, especialmente recordando que Russo ya superó duras adversidades de salud en su pasado, como el cáncer de próstata que le fue diagnosticado en 2017 cuando dirigía a Millonarios de Colombia. En ese entonces, supo sobrellevar el tratamiento mientras guiaba al equipo hacia la obtención del Torneo Finalización, reforzando su imagen de referente y luchador.

Fiel a su estilo reservado, Russo se refirió en una entrevista reciente a cómo enfrenta los problemas médicos: “Como que nunca me entró en la cabeza, no el valor de la enfermedad, sino la dimensión de todo eso. Yo la dejé de lado. Tuve gente que me ayudó mucho, como Mónica, mi mujer; y los colombianos me ayudaron muchísimo también. Yo digo que en todo lo que sea la enfermedad, no es que sea ignorante, pero no la valoro de la forma en la que muchos la valoran”. Para el DT, la fortaleza mental y el acompañamiento fueron claves para superar los momentos difíciles, evitando dramatizar, tanto en lo personal como ante quienes lo rodean.

Finalmente, en las últimas horas, la noticia que Boca y el fútbol argentino esperaban: Russo recibió el alta médica y regresó a su hogar para completar la recuperación durante el fin de semana. Se espera que retome su actividad habitual a partir del lunes, con el apoyo total de su cuerpo técnico y la expectativa de reencontrarse con el plantel. La historia de Russo vuelve a poner de relieve la relación entre deporte, salud y resiliencia, recordando que detrás de los éxitos en la cancha hay luchas privadas que los protagonistas prefieren transitar sin estridencias, con trabajo y con la convicción de no dejarse vencer.