Boca celebra el Día del Hincha en la Bombonera: origen y historia de la fiesta azul y oro

¡Qué día para ser xeneize, che! Hoy, 12 de diciembre, Boca Juniors vibra con el Día del Hincha, esa fecha sagrada que une a la parcialidad más numerosa y pasional del fútbol argentino en torno al mítico Jugador Número 12. Desde La Bombonera hasta los rincones del mundo, los azul y oro se congregan para celebrar su identidad, un ritual que ya lleva más de una década y que transforma las calles en un mar de banderas y cánticos.

Todo arranca en 1925, durante la histórica gira europea de Boca, la primera de un equipo argentino al Viejo Continente. Ahí brilla Victoriano Agustín «Toto» Caffarena, un escribano y socio fanático que no solo viaja como utilero y masajista, sino que banca con su bolsillo parte del viaje, vendiendo hasta propiedades familiares para que los pibes del plantel puedan subirse al barco. Conmovidos por su entrega, los jugadores, con el goleador Agustín Cerrotti a la cabeza, lo bautizan como el «Jugador Número 12», reconociéndolo como el alma del equipo más allá de la cancha.

Ese número se queda grabado en el corazón boquense y, décadas después, en los ’70, la hinchada lo adopta como propio: La 12, el jugador eterno que empuja desde la popular. La celebración oficial nace el 12/12/12, cuando los hinchas se autoconvocan por Twitter para juntarse en el Obelisco porteño. Fue una fiesta inolvidable, con miles de camisetas azul y oro inundando el microcentro, aunque no faltaron los desbordes que terminaron en incidentes.

Por eso, desde el segundo año, el club traslada el epicentro a La Bombonera, que abre sus puertas para shows musicales, reconocimientos a ídolos, desfiles y fuegos artificiales. No siempre fue color de rosa: en 2018, tras la final perdida con River, se suspendió por restricciones de seguridad; igual en 2019, 2020 por la pandemia y 2023 por elecciones. Pero la pasión no se frena: los hinchas se plantaron en las puertas del estadio, cantando contra todo y todos.

Hoy, Boca con sus 74 títulos –máximo ganador nacional– invita a la familia xeneize desde las 17 horas, una hora antes del show principal. Es más que un festejo local: en ciudades del mundo entero, los bosteros replican la movida con banderazos y reuniones, reafirmando que ser hincha de Boca es ser parte de un sentimiento global, inquebrantable y eterno.