noviembre 25, 2025

Cristiano Ronaldo recibe tarjeta roja tras un codazo en la derrota de Portugal contra Irlanda en las eliminatorias del Mundial 2026

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Cristiano Ronaldo vivió una noche para el olvido en Dublín, donde Portugal cayó por 2-0 ante Irlanda en la penúltima jornada de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026. El astro portugués fue protagonista de la polémica del partido al recibir la primera tarjeta roja de su carrera con la selección lusa, tras un codazo a la espalda de Dara O’Shea en el minuto 61, en un partido que ya venía cuesta arriba para su equipo.

La escena que cambió el rumbo del encuentro llegó después de una marca insistente sobre Ronaldo, quien perdió la compostura y reaccionó con una agresión que primero fue sancionada con amarilla. Sin embargo, el VAR intervino y el árbitro sueco Glenn Nyberg no dudó en revisar la jugada nuevamente, corrigiendo su fallo original y mostrando la roja directa al capitán portugués. Ante la decisión, Cristiano no disimuló su malestar: dedicó gestos irónicos a la tribuna irlandesa, se cruzó verbalmente con sus rivales e incluso acusó de «llorón» a Nathan Collins por su airada protesta.

La expulsión de Ronaldo fue celebrada efusivamente por los hinchas locales, que lo despidieron con una combinación de abucheos y cánticos dedicados a Lionel Messi, acentuando aún más el clima hostil en Aviva Stadium. El público aprovechó para recordarle la rivalidad con el argentino, en un episodio que quedará en la memoria de ambos bandos. A sus 40 años, el portugués se retiró frustrado y derrotado, en lo que puede haber sido su último partido por Eliminatorias mundialistas.

La sanción deja a Portugal sin su principal figura para el duelo decisivo ante Armenia, donde deberá defender la cima del grupo sin su capitán. Según el reglamento FIFA, las expulsiones por agresión suelen acarrear al menos dos partidos fuera, lo que pondría en riesgo la presencia de Ronaldo incluso en los primeros choques del Mundial, si es que la sanción se extiende más allá de la fase clasificatoria. Este golpe resulta especialmente duro para un equipo que aún no ha asegurado matemáticamente su boleto a la cita máxima y enfrenta la presión de cerrar la clasificación sin su goleador estrella.

El incidente ha generado discusiones inmediatas sobre el futuro de Ronaldo en la selección. Críticas de referentes irlandeses y la prensa europea señalan la «decisión tonta» y el carácter inesperado de su reacción. Para Portugal, el desenlace abre varios interrogantes: ¿Podrán los lusos sobreponerse a la ausencia de su máximo referente? ¿Es esta la despedida definitiva del máximo goleador europeo en instancias mundialistas? Un final amargo que ni sus admiradores ni sus detractores imaginaron, en un momento clave para Portugal y para la carrera de uno de los grandes íconos del fútbol mundial.