Independiente sufre su tercera peor racha histórica tras sumar 13 partidos sin victorias.
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Independiente atraviesa uno de los momentos más críticos de su extensa historia en el fútbol argentino. El club de Avellaneda venía acumulando una racha negativa que hacía estremecer a hinchas y dirigentes: sumó quince partidos consecutivos sin victorias, cifra que lo colocó al borde de igualar la peor marca histórica registrada en el año 2012, cuando el equipo hilvanó diecisiete encuentros sin ganar y selló, en aquel entonces, su histórico descenso a la B Nacional.
El mal presente deportivo quedó evidenciado durante el Torneo Clausura 2025, donde Independiente comenzó su participación sin poder sumar de a tres en trece presentaciones iniciales, con un balance preocupante de seis empates y siete derrotas. Estas cifras, inéditas para un club de semejante envergadura, lo ubicaron entre los peores arranques de campeonato desde que existen los torneos cortos en nuestro país. A la mala performance en el campeonato local se sumaron eliminaciones tempranas en la Copa Argentina y en la Copa Sudamericana, profundizando la sensación de crisis institucional y futbolística.
La estadística refleja que en solo cuatro ocasiones Independiente había iniciado un torneo sin festejos en las primeras ocho o más fechas: Apertura 1990, Apertura 1995, Inicial 2012 y, ahora, Clausura 2025. A esas páginas oscuras también se sumó la eliminación frente a Belgrano, que marcó el final de su participación copera. La seguidilla negativa igualó y luego superó las marcas de otras épocas difíciles, como fueron las rachas de catorce partidos sin ganar en el Clausura 2002 y los trece sin triunfos ocurridos entre 1998 y 1999.
El entrenador Gustavo Quinteros, quien llegó con la expectativa de torcer el rumbo, no logró revertir la tendencia. A pesar de ligeras mejoras en el juego por momentos, el equipo mostró repetidas fallas en la definición y una alarmante falta de eficacia, frustrando una y otra vez a sus fieles seguidores en la tribuna. Las críticas arreciaron y el clima interno se tornó cada vez más tenso.
La historia, sin embargo, tuvo un paréntesis alentador en la fecha 6 del Torneo Clausura, cuando Independiente goleó 3-0 a Platense en el Libertadores de América y cortó así una racha de quince partidos sin festejos. Los goles de Gabriel Ávalos, Felipe Loyola y Lautaro Millán no solo devolvieron una sonrisa a Avellaneda, sino que permitieron evitar el temido récord absoluto y, sobre todo, dejaron la esperanza de que el club pueda encontrar la senda de la recuperación antes de cerrar un año que, de todos modos, quedará marcado como uno de los más duros en la memoria roja.