FIFA confirma que Arabia Saudita será el anfitrión del Mundial 2034
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En un anuncio que no sorprende a nadie, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) está a punto de confirmar a los anfitriones de los Mundiales de 2030 y 2034. Durante un Congreso de la FIFA que se llevará a cabo de manera virtual, se ratificarán las decisiones que ya han sido ampliamente anticipadas.
Para el Mundial de 2030, la candidatura conjunta liderada por Marruecos, España y Portugal es la única en contienda y, por lo tanto, está destinada a ser la ganadora. Este evento será histórico por varias razones, ya que marcará el centenario del primer Mundial de la historia, celebrado en Uruguay en 1930. Como parte de estas celebraciones, Uruguay, Argentina y Paraguay también albergarán partidos del torneo, aunque no serán los principales anfitriones. Esta distribución geográfica es sin precedentes, ya que involucra a tres diferentes confederaciones continentales: la UEFA, la CAF y la CONMEBOL.
La candidatura de Marruecos, España y Portugal ha sido la única en la mesa desde que FIFA confirmó su estatus de única propuesta hace más de un año. Otras potenciales candidaturas, como la de un bid conjunto entre Reino Unido e Irlanda (que decidieron enfocarse en albergar el Euro 2028), o las sugerencias de Corea del Sur, China, Japón y Corea del Norte, nunca llegaron a materializarse. Incluso una propuesta de cuatro países sudamericanos lanzada en 2019, que argumentaba que el Mundial centenario debería celebrarse enteramente en el continente donde nació, finalmente cedió el paso a la actual distribución.
España, que ya albergó el Mundial en 1982, será el centro neurálgico de este torneo, con 11 de los 20 estadios propuestos ubicados en su territorio. Marruecos, que se convertirá en la segunda nación africana en hostigar el Mundial después de Sudáfrica en 2010, planea construir el estadio Hassan II, que sería el más grande del mundo con una capacidad para 115,000 espectadores. Portugal, que organizó la Eurocopa 2004, aportará dos estadios en Lisboa y uno en Oporto, y aspira a albergar una semifinal.

Por otro lado, el Mundial de 2034 será otorgado a Arabia Saudita, convirtiéndose en el segundo país del Medio Oriente en albergar el torneo después de que Catar lo hiciera en 2022. La candidatura saudita fue la única que quedó en pie después de que Australia y Indonesia abandonaran sus planes de presentar un bid conjunto. Esta decisión no está exenta de polémica, ya que Arabia Saudita enfrenta críticas por su récord en derechos humanos, incluyendo ejecuciones masivas, alegaciones de tortura y restricciones severas a las mujeres bajo el sistema de tutela masculina. Grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional y la Sport & Rights Alliance, han urgido a la FIFA a detener el proceso de selección a menos que el país anuncie reformas significativas antes de la votación.
Además de los desafíos relacionados con los derechos humanos, el clima desértico de Arabia Saudita plantea otro obstáculo logístico. Es probable que el torneo deba celebrarse en el invierno del hemisferio norte para evitar las altas temperaturas, similar a lo que sucedió en Catar en 2022. Sin embargo, este ajuste podría coincidir con el mes sagrado del Ramadán en 2034, lo que complica aún más la planificación. La FIFA ha indicado que colaborará con las partes interesadas para determinar el momento óptimo para el torneo, aunque no se ha especificado una ventana de tiempo propuesta por la candidatura saudita.
La inversión de Arabia Saudita en el deporte, incluyendo eventos como la Fórmula 1 y las Finales de la WTA, ha sido vista por muchos como una estrategia de «sportswashing» para mejorar su imagen global y distraer la atención de su récord en derechos humanos. A pesar de las críticas, el país sostiene que ha hecho progresos significativos en este ámbito y que sus leyes protegen la seguridad nacional. La confirmación de estos anfitriones durante el Congreso de la FIFA marcará un nuevo capítulo en la historia del fútbol mundial, lleno de desafíos y controversias.