España llega muy golpeada y con bajas importantes para enfrentar la Finalissima contra Argentina

España enfrenta un desafío inesperado de cara a la Finalissima ante Argentina, ya que dos de sus principales figuras, Dani Carvajal y Lamine Yamal, preocupan seriamente a la delegación ibérica por sus estados físicos actuales. Mientras la expectativa crece para el cruce entre los campeones de América y Europa, la Roja llega a la recta final de la preparación bajo la sombra de estas sensibles bajas.

En las últimas semanas, la prensa española ha seguido de cerca la evolución de ambos futbolistas, considerados piezas clave en el esquema de Luis de la Fuente. Carvajal, emblema defensivo del Real Madrid, permanece al margen por molestias musculares que lo han alejado de los entrenamientos, mientras que Lamine Yamal, la joven promesa ofensiva del Barcelona, se recupera de una lesión que mantiene en vilo a los aficionados. La expectativa pasa ahora por conocer si alguno de los dos logrará llegar en óptimas condiciones al esperado duelo con Argentina.

Este contexto obliga al seleccionador español a barajar nuevas alternativas de cara a la Finalissima, una cita que trasciende lo simbólico y se instala en la agenda como el gran choque intercontinental previo al Mundial. La última edición dejó un recuerdo imborrable en suelo argentino, cuando la Albiceleste de Scaloni sometió a Italia con autoridad en Wembley, y ahora la sed de revancha del fútbol europeo toma protagonismo en la previa.

La propia preparación de España se ve condicionada por la proximidad con el Mundial, lo que genera inquietud en el cuerpo técnico y en la federación. La ausencia de dos referentes de semejante calibre no solo resiente lo deportivo, sino que también impacta en lo anímico: Carvajal aporta experiencia en citas decisivas, mientras que el desparpajo juvenil de Yamal representa la esperanza de un recambio generacional urgente ante equipos de la talla de Argentina.

Así, la cuenta regresiva hacia la Finalissima está marcada por el hermetismo en torno al estado físico de estas figuras. En el bando de la Albiceleste, la noticia es mirada con cautela: en Buenos Aires entienden que una España diezmada puede ser menos previsible y, lejos de subestimar al rival, el cuerpo técnico nacional prepara variantes para afrontar cualquier escenario. Lo concreto es que la previa se tiñe de incertidumbre, y ambos seleccionados llegan a la gran cita internacional con la presión, la expectativa y la necesidad de demostrar su poderío ante el mundo del fútbol.